FICE

En septiembre, damos prácticamente finalizado, el calendario internacional de certámenes en el que las empresas de calzado españolas presentan sus colecciones de primavera/verano 2020. Las expectativas comerciales, para esta nueva temporada, pueden verse influidas por las dificultades del nuevo panorama internacional, en línea con las fuertes presiones sobre el comercio mundial

Nuestros principales mercados comunitarios siguen sin repuntar. Y un nuevo ajuste en las exportaciones de calzado hacia Reino Unido presagian mayores dificultades ante un Brexit caótico: si bien, en 2018 volvió a recuperar una quinta posición en el ranking de principales mercados de exportación de calzado español, en el primer semestre de 2019 vuelve a perder de nuevo un puesto en dicho ranking. Por otra parte, las exportaciones hacia destinos extracomunitarios descienden también ligeramente rompiendo, así, su serie histórica desde 2009.

En resumen, durante este primer semestre de 2019, caen ligeramente las exportaciones en su conjunto respecto a las alcanzadas en 2017/18; si bien se mantienen prácticamente estables las exportaciones de calzado de piel, aún con altibajos por categorías: crecen ligeramente sus exportaciones para mujer y niño, y decrecen sus exportaciones para hombre. Y, nuevamente, es el calzado fabricado con textiles el que sufre un mayor ajuste en su serie histórica.

La producción española se mantuvo nuevamente en el entorno de los 100 millones de pares en 2018 (la cifra INE se corresponde con empresas de 20 o más empleados), pero volvió a incrementar su valor un año más, en un 4,8% en ese ejercicio, en su apuesta por la calidad. El calzado de moda en piel siguió siendo el mayoritario (64% en pares; 83% en valor), y con una suave tendencia al alza, seguido del calzado hecho con materiales textiles (27% en pares; 11% en valor), que sufrió un ligero ajuste a la baja. Y puesto que el empleo industrial en el primer semestre de 2019 se está viendo comprometido, con una caída del 2,3% en afiliaciones respecto al mismo semestre del año anterior, estimamos una ligera caída de la producción en número de pares para todo este nuevo ejercicio 2019

Las Marcas españolas de calzado siguen aspirando a ser mucho más globales. El tamaño empresarial sigue siendo un factor clave competitivo pues, un año más, las empresas con mayor tamaño incrementaron su porcentaje sobre el volumen total de negocio del sector industrial en 2018. Y, sin embargo, se empezaron a observar mayores presiones competitivas sobre las empresas de tamaño medio en ese mismo periodo. Y es bastante probable que, este fenómeno, esté repitiéndose en este ejercicio 2019. Desearíamos, pues, que cualquier futura regulación tributaria, económica, formativa o laboral, fuera en la buena dirección, y ayudara a reforzar la presencia de las PYME españolas en las cadenas de valor globales. Más, si cabe, tras el reciente acuerdo en la negociación colectiva por otros tres años (2019-2021).

El calzado español debe seguir haciendo gala de su capacidad de visión, innovación y adaptación ante los cambios en moda, tendencias y ciclos de confianza del consumidor. En esta misma publicación, hacíamos referencia en 2017, a dos tendencias que se encuentran marcando el sector Moda: por un lado, a la rápida concentración (tanto física como online) de la distribución y, por el otro, a su lanzamiento de marcas propias. Y, en 2018, nos centrábamos en la mejora progresiva de nuestros productos en sus atributos más transversales de: moda, diseño, calidad y confort, con un refuerzo continuado de las inversiones en diseño, tecnología, organización y mercadotecnia, y con una mayor incidencia en el talento, la profesionalización y el enfoque estratégico en el medio y largo plazo.

Y también hacíamos referencia a seguir posicionando las marcas españolas en segmentos cuyas razones de compra se centren en la personalización, exclusividad y sofisticación, más allá de la excelente relación calidad/precio, en la que el valor de nuestro calzado es incuestionable internacionalmente. Aquí, y al igual que sucede con otros segmentos de la Moda española, las nuevas start-ups centradas en ideas, conceptos y nuevos productos/tecnologías “diferenciales”, están vitalizando al sector. De ahí que las organizaciones empresariales, como FICE, prestemos también especial atención en nuestras actuaciones a este universo creciente de nuevos emprendedores.

Seguimos pensando que lo mejor está por llegar. Pero, y lo decíamos también hace un año, nunca llueve a gusto de todos.